Las Fallas de Valencia (España, este) afrontan este fin de semana su recta final con el estreno del sello de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad y una programación formada por raudales de pólvora, fuegos artificiales y fiesta callejera.

Las más famosas fiestas regionales de esta provincia española toman su nombre de los grandes conjuntos esculturales que construyen los ciudadanos con cartón piedra, y que permanecen expuestos en las calles de la ciudad para, el último día (mañana), ser pasto de las llamas.

Este año un total de 770 monumentos falleros han sido instalados en las calles de la ciudad, cargados de sátira, ironía y trabajo artesanal.

Como novedad, las Fallas de Valencia estrenan este año el sello Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, concedido en noviembre pasado por la UNESCO.

Una marca que según la Agencia Valenciana de Turismo, generará un fuerte incremento de turistas, hasta alcanzar el millón de visitantes en la ciudad.

Desde hace días, la ciudad viven intensas jornadas con pasacalles, verbenas hasta bien entrada la madrugada y las 'mascleta', la quema de petardos, explosivos y cohetes, que llena de estruendo la ciudad.

Ayer y hoy se ha celebrado la ofrenda de ramos de flores a la Virgen de los Desamparados, ofrecidos por miles de falleras -valencianas vestidas con el traje regional-.

Claveles rojos, rosas, blancos y amarillos, que han comenzado ya a formar parte del manto de la imagen de la virgen, conocida cariñosamente como Geperudeta.

Esta noche, de madrugada, se celebrará la 'nit del foc' (noche del fuego), en la que se quemará un gran castillo de fuegos artificiales, en el que explotarán cientos de kilos de explosivos.

Mañana, será el último día grande, por la noche el fuego purificador acabará con las fallas en la Nit de la Cremá (noche de la quema), a excepción de una figura que cada año es salvada de las llamas por el público.

Este año las asociaciones de vecinos que confeccionan durante meses las fallas, han gastado en sus monumentos cerca de 7 millones de euros (7,5 millones de dólares).

EFE